Crónica: Two Gallants + Atleta. LIVE! BCN La [2].

 Barcelona, 10 julio 2011, La [2].

   Uno a veces acude a los conciertos con ese ánimo alterado, aquel que está a mitad de camino entre la dejadez y la saturación que causa tanta cantidad de música en directo. Prioritariamente provoca que nuestro único incentivo sea ver en la sala a la banda principal. Con ello, muchas veces, sacrificamos esas ganas que le ponen los teloneros en estos momentos de protagonismo, vitales, en la mayor parte de las ocasiones, y erróneamente nos perdemos momentos interesantes y gratificantes. El pasado domingo Atleta, banda barcelonesa formada a partir de las cenizas de 12twelve, abrieron para Two Gallants ofreciendo un concierto de media hora arrollador y de una sonoridad salvaje, donde tocaron las canciones de su excelente álbum “Catedrales” (Aloud Music Ltd, 2011). Con una pasión que traspasaba a los presentes - entre samplers, las guitarras infinitas de Jaume L. Pantaleón y esa base rítmica y carnosa de José Roselló-, su rock experimental cruzó los límites de la percepción de un soplido; en un abrir y cerrar de ojos. ‘Perros Estelares’ o ‘Casasmiradas’ sonaron intensas y salvajes. ‘Héroe Cobarde’ con ese toque tan nocturno y villano, nos llevó a algún lugar cercano de Arizona en huida constante. La compenetración de los dos miembros es pegadiza y sus brazos en alto implican pasión, pero también liberación emocional. La letanía terrorífica de ‘Sabbia Nera’ contrarresta con la tribal y asesina ‘El Zombi y el Psi’, un temazo que escandaliza por su majestuosidad. Atleta son una banda con aristas infinitas que nos hace plantearnos el porqué hemos de buscar melodías en la América profunda, cuando tenemos calidad más que sobrada en nuestra tierra. Al terminar su actuación, me hizo  plantearme la conveniencia de marcharme a mi casa, impactado y bajo la sensación de haber disfrutado de un concierto perfecto.

Ante este envidiable panorama había que cambiar el chip y prepararse para ver a la banda que encabezaba la velada: Two Gallants. La noche iba de parejas (los de San Francisco no quisieron perderse la actuación de los barceloneses), con la sala algo más llena, no a rebosar, se plantaron cargados de sudor para repartir desgarros de rock juvenil entre sus fans. Sin nuevo disco que defender, intercalaron temas de ayer con los del que será su futuro álbum. Los nuevos sonaron rodados y bien elaborados. Se intuye una especie de viraje a la arena y el polvo, más que a los espacios abiertos y furiosos de sus anteriores discos. Desde ‘You Losin´ Out’ a ‘Miss Meri’ parece que hay una distancia abismal, pero el nexo común en todos sus temas es esa rabia adolescente que les permite plantarse como unos chavales con cosas que decir. La voz de Adam Stephens es un desgarro constante, a veces muta en un Kurt Cobain de quince años, los vuelve locos. Aunque, personalmente, les prefiero en sus momentos más calmados, es donde se aprecian más sus habilidades y su potencial como músicos, la preciosa ‘The Hand that Held me down’ es una buena muestra de ello. ‘The Deader’ y su aparente ingenuidad, en directo, abraza sin complejos. Pero no es hasta que tocan su mayor logro ‘Nothing to you’, esa especie de himno de instituto, cuando la gente suda al mismo nivel que su batería.

La conclusión al terminar la velada es que vi dos conciertos maravillosos al precio de uno. ¡Así da gusto (insisto), sudar en verano!

Javier Mateos, texto y foto.