Suele pasar que más de algún artista genial, cuando toca el mundo de la literatura se despista. Lógico y normal, no se puede ser bueno en todo. El problema es que descuidas lo que verdaderamente haces bien. Hay honrosas excepciones, las pocas. Dos de los últimos damnificados son: Micah P. Hinson y Bill Callahan.
ANTES Y DESPUES DE LA LITERATURA:
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