Jeff Buckley: belleza atemporal. |
Hoy Jeff Buckley hubiese cumplido 50 años. El joven artista californiano trascendía esos parámetros de la lógica musical. Iba más allá, era una mezcla de terciopelo oscuro envuelto en una voz sobrenatural. Sus genes no fallaban, heredaba directamente aquella portentosa voz del que fuera su padre: Tim Buckley. Ambos murieron jóvenes, los dos sin alcanzar, creemos, su plenitud artística. Les quedaba mucho, tanto... Nadie debería morir joven. En el caso de su progenitor, tuvo tiempo de editar obras magistrales y claves en la música popular del siglo pasado. Su hijo, en cambio, tan sólo pudo editar en vida un disco. Ese álbum aún sigue resonando de una manera tan poderosa en nuestras entrañas, que se hace complicado no dejarse llevar por la cruda melancolía que transmitía. Grace fue editado en 1994 y su influencia sigue haciendo temblar los pilares de los que pretenden componer música intensa y cargada de una 'honestidad natural', sin impostar ni un segundo de su sonido.
Así era la música de este chico tan singular. Es inevitable no lamentar su trágico y bucólico final. Ese poso de tristeza que transimitía su voz y su música, resuenan aún en las aguas de un río que ha sido siempre tan navegado en la literatura universal. Decían que nadaba de espaldas mientras cantaba a Led Zeppelin... Su imagen se fundió con las aguas y desapareció para siempre. El mar liberó su alma y, paradojas del destino, nos dejó encadenados a su voz al resto.
Os dejamos con una selección de vídeos y directos para que juntos volvamos a sentir su fuerza y belleza.
Javier Mateos
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