En Persona presenta: Tachenko + Fernando Alfaro y Maronda.
La [2]. 29 noviembre 2011. Barcelona
Dentro del original ciclo de conciertos “En Persona”, donde un artista se rodea de amigos de la farándula y además es sometido a un tercer grado por sus fans para así conocer un poquito más y de cerca las personas que se esconden detrás de los artistas, les tocó el turno a los chicos de Tachenko. De esta manera se cerró la tercera entrega de este formato tan novedoso en la ciudad condal. Los maños son una banda más que consolidada en lo alto y granado del indie-pop realizado en este país. A parte de ser unos excelentes músicos, irradian buen rollo (en el sentido pleno y bueno de la expresión), simpatía y cercanía por partes iguales. En este tipo de veladas organizadas por Alicia Rodríguez y Nona Rubio, prima la naturalidad y la oportunidad de poder ver a los artistas que admiras desde una perspectiva innovadora e imprevisible, pero lo más importante, sin perder la música como ‘lengua vehicular’ dentro de un marco y contexto cultural que es la representación melódica en directo.
Tachenko abrieron la velada con una sonrisa que mantuvieron con naturalidad durante las tres partes en que se dividió su actuación. En el primer acto tocaron mayormente temas pertenecientes al que fue su último disco largo: “Os reís porque sois jóvenes” (Limbo Starr, 2010). Comenzaron con la fuerza y vitalismo que caracterizan sus actuaciones, y animando al personal a que más tarde preguntasen lo que les apeteciese, eso sí todo dentro de unos límites… “Compañeros del Metal” nos dio las pistas necesarias de por donde irían los tiros del bolo; pop adictivo y luminoso -las marcas de la casa-. “Tírame de un volcán”, “El Respland’or” (excelente tema) o “Huracán”, guiño a su primer y mejor disco “Nieves y Rescates” (Gelmar, 2004), hicieron las delicias de los fans. A pesar de estar sentados, el brío se transmitía y contagiaba desde el escenario, con un Sergio Vinadé siempre amable, sonriente y dicharachero. Entre charla y charla distendida, siguieron lanzando su orfebrería pop que en directo siempre suena más guitarrera, descarnada y fuerte que en estudio (como así indicó un ‘fan-amigo’ en el primer turno de preguntas). La preciosa “Robar y Compartir” precedió a las nuevas “Yo no quiero sonar moderno”- parece ser que no es una declaración de “intenciones”-, o “El Alud”, la mejor de su último Ep, “Apúntame a mi primero” (Limbo Starr, 2011). Todas ellas manteniendo ese nivel luminoso y alegre que les caracteriza.
Acto seguido, con una sala casi repleta, una mesa, cuatro sillas y una botella de vino hicieron el resto: turno de preguntas. Es sin duda la parte más curiosa, distendida y divertida de estas veladas. Hubo preguntas varias, desde el chico que decía irónicamente que si el Facebook de Vinadé lo lleva un “community manager” y que nunca contesta. Sergio, por alusiones, dijo que hace lo que puede, y el chico replicó que solo lo hace con chicas, pero tres varones demostraron todo lo contrario. Vinadé rió pícaramente… El mencionado ‘fan-amigo’ que insistió en la cuestión de ese sonido menos rocoso en el estudio que en el directo. Entre sorbo y sorbo dieron paso a dos amigos, Maronda, dueto formado por el bajista de La Habitación Roja, que tocaron en formato acústico cuatro temas de su primer disco “El fin del mundo en mapas”. La siguiente salida al escenario de los de Zaragoza venía acompañada por la presencia del siempre aclamado, distante y huraño Fernando Alfaro, que sin duda contrasta con la personalidad y actitud de los cuatro chicos de Tachenko. Del albaceteño tocaron dos temas que su autor interpretó de menos a más, aunque su voz en directo nunca ha sido una de sus mejores armas, fue un momento curioso verles juntos en el escenario de la Sala Apolo. También junto a Alfaro interpretaron dos de su repertorio, ese himno ‘hooligan’ -como dijo tímidamente el ex de Surfin’ Bichos-, “La Resistencia”, culminada con su mejor tema de siempre “Amable”.
Antes de alcanzar el tercer acto, el último turno de preguntas donde la anécdota la protagonizó una chica que llegó tarde al concierto y le pidió a Vinadé que le hiciese un resumen de lo acontecido y tocado. Entre las sombras de los presentes, se repitió la petición, de nuevo, de “Mediterráneo”, el clásico de Serrat para acabar la noche.
Con la misma simpatía, vitalidad y energía que mostraron a lo largo de toda su actuación comenzaron su despedida. Fulminante el inicio con el solo de batería que precedió a una inolvidable “Afganistán”. “Nataciones” y “El tiempo en los Urales” dieron paso al final de fiesta con el clásico de Serrat: “Mediterráneo”. Respetuosa, sentida y sencilla, como son ellos; Tachenko, excelentes músicos y mejores personas.
Lo dicho una “bonica” velada.
Javier Mateos.
SET LIST: