viernes, 8 de abril de 2011

Los Reyes del Género.


Después de una década bañada en oro, la de los 90, donde surgieron un gran puñado de grupos que hicieron de este movimiento una actitud y un sonido, más que decente y en algunos casos majestuoso, cruzamos el siglo entre dudas. La década de los 2000 tuvo sus cosas, sus momentos, parecía que podía haber relevo, surgieron nombres como Nacho Vegas (aunque el de Gijón no era un recién llegado), Cuchillo, La Bien Querida, Abrahan Boba o Pumuky, que con calidad se sumaban a los reyes del género: Los Planetas, Sr Chinarro, Manta Ray, Mercromina, El Niño Gusano o Migala. Muchos de estos se habían disuelto y decidieron formar nuevos proyectos: Tachenko, Chucho, El Hijo, Travolta... Parecía que la cosa mantenía cierta calidad, aunque siempre estaban ellos, los intocables, los pioneros del indie patrio.
Ahora nos toca vivir una nueva década y unos tiempos donde al autoedición es algo muy positivo, pero también un coladero. Las redes sociales no hacen más que ofrecernos aprendices de brujo sin ser aún magos de ningún reino. Así, de esta manera, comenzaron a surgir nuevos nombres a la misma velocidad que surgían festivales por cualquier pueblo. La música en directo se convirtió en una moda. Los pasadores en el pelo se consolidaban y el regusto por sentirse "pop" y demostrarlo era un mismo reto. Ahora todo se ha vuelto viscoso, la música es como una especie de "Bershka" ( está por todas partes) ya no hay tribus urbanas - las que hay están escondidas y marginadas en los subsuelos de las grandes ciudades-.

De todo esto, como si de un "tsunami pop" se tratase, comenzaron a surgir grupos de debajo de las piedras, todos con una calidad discutible, pero algunos con un apoyo mediático que huele a podrido en muchos aspectos: Los Punsetes (atrapados en Malasaña), Ornamento y Delito (forzados), Mishima (un misterio), Love of Lesbian ( todas iguales), Pony Bravo (vía crucis), Joe Crepúsculo (desastroso) o Manel (sospechosos). Lo peor de todo no es que afloren bandas como chicharras en campo abierto -es un hecho elogiable y mágnifico-, lo malo es que las vacas sagradas parecen haberse contagiado de las carencias, múltiples, de los nuevos: Sr Chinarro se apunta a la canción del verano, Nacho Vegas se enreda en cuentos y Los Planetas comienzan a perderse -después de que les salvase- en el flamenco.
Pensábamos que el indie nunca moriría sin darnos cuenta de que ya lo había hecho.

(Podéis comprobar la diferencia con la selección de canciones de aquí debajo)

Dj Eczema

ANTES:



















DESPUES:










AHORA: 















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